Son 3 los factores que se consideran componentes vitales para una vida saludable, la alimentación sana, el ejercicio y el sueño.
El sueño es a menudo descuidado por una gran mayoría de la población, pero su función es vital para permitir al cuerpo recuperarse y prepararse para el siguiente día.
Las cantidades de horas necesarias pueden variar en cada persona, en promedio un adulto necesita entre 7 y 8 horas de sueño, mientras que un adolescente necesita al menos 9 horas de sueño. En niños pequeños la cantidad de horas rodean las 10 y los bebés generalmente unas 16 horas diarias.
El dormir ayuda a mantener diversos aspectos del cuerpo, como el equilibrio energético y molecular, la función intelectual, el estado de humor, ayuda a prevenir el exceso de peso y las enfermedades cardíacas entre muchos otros aspectos.
Un buen dormir = un mejor día
Son muchos los beneficios de dormir correctamente y las horas necesarias que pide nuestro cuerpo, muchos de estos beneficios los vemos cada día en nuestras diversas tareas, ya sea trabajo, estudio, familia y quehaceres en general. Veamos alguno de ellos.
1. Más productividad y concentración
Varias investigaciones relacionan el dormir bien a una mayor concentración, cognición y productividad, esto debido a que el sueño tiene vínculos con varias funciones cerebrales entre las antes mencionadas.
2. Mayor inteligencia social y emocional
El sueño también está vinculado a la inteligencia social y emocional. Dormir pocas horas disminuye la empatía emocional, afectando en la capacidad de reconocer las emociones y expresiones de otras personas.
3. Más jóvenes y más atractivos
Las investigaciones muestran que la falta de sueño va de la mano con los problemas crónicos de la piel, la depresión y la ansiedad.
Dormir bien permite tener una piel más saludable y tener menos signos de envejecimiento.
Por otro lado, en un estudio publicado en la revista British Medical Journal, demostró que las personas que duermen bien resultan ser más atractivas y saludables para otros.
4. Mejor regulación de las calorías
Algunos estudios realizados establecen que los patrones de sueño tienen un efecto directo en las hormonas responsables del apetito. No dormir suficiente a la vez, interfiere en la capacidad del cuerpo de regular la ingesta de alimentos correctamente.
Es bien sabido que dormir poco y mal, afecta en los estados de ánimo y pueden arruinar el día.
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